Después de la huelga general y en la huelga misma se vieron las políticas de los grupos que conforman la izquierda revolucionaria en el país. Estaban casi todos los grupos (o pequeños grupos) en estos días pero con diferencias políticas y de balance sobre lo acontecido.
Estaban los que decían que «la huelga no duraba más de lo esperado» hasta los que, al ver un resquicio para la negociación, aceptaron, aludiendo que el 1% no era suficiente pero «como lo aceptó la COB, acataremos lo que decidieron».
En esta ultima organizacion nos detendremos para hacer un análisis de su política puramente sindicalista: se trata del Partido Obrero Revolucionario (POR).
Los planteamientos irreales no sirven para luchar
Desde mucho tiempo atrás esta organización plantea que se tiene que pelear por el Salario Mínimo Vital o sea un salario acorde a la canasta familiar, que hoy día ronda en los 8300 bolivianos.
Sin embaro, pelear por un alza cualitativa del salario obrero no puede consistir en tirar palabras al viento planteando objetivos inalcanzables en las actuales condiciones, solo para terminar despues aceptando cifras irrisorias ante la irrealidad del planteo inicial.
Porque eso es lo que paso: el POR le hizo seguidismo a la direccion de la COB que arranco exigiendo un aumento de los actuales 110 dolares de salario mínimo a 1100 dólares solo para terminar negociando finalmentel por el 1 por ciento: es decir diez escasos dolares!
Un planteo tan irreal solo puede servir para desarmar la pelea. Por ejemplo, no se puede desconocer que determinados sectores de trabajadores veran con temor la exigencia de semejante e irreal aumento, pensando que ante eso la patronal preferira echarlos a todos y cerrar la empresa…
El hecho es que como es habitual, el POR no parte de la realidad. Por supuesto que todos querriamos pasar de los peores salarios de la región a ser los primeros… Pero esto no se realiza con discursos y tomando abstractamente a las Tesis de Pulacayo como talismán para solucionar todos los conflictos, sino partiendo de las relaciones de fuerza reales y proyectando a partir de ellas las luchas hacia adelante. Porque, si no, lo que ocurre, es lo senalado: del irreal planteo maximalista (que por lo tanto no puede convencer) se pasa, sin más a aceptar migajas: esto ocurre porque un reclamo irreal no puede ser parametro y entonces se termina aceptando cualquier cosa.
Intersindical: una orientacion progresiva pero con rasgos burocráticos
Nos referiremos ahora a otro aspecto de la politica del POR: su política de impulsar una intersindical, algo nada tradicional en estar organizacion. El hecho es que la misma estuvo planteada desde el año pasado para reagrupar a los sectores más combativos, lo que como orientacion, en principio, no deja de ser correcta.
La cuestion es que al calor del descontento general de los trabajadores se fue construyendo este proyecto.
Pero el problema es que el POR termina digitando burocraticamente esta positiva experiencia desde los sindicatos del magisterio urbano de La Paz y Casegural. O sea, la intersindical se reduce, sectariamente, a sindicatos que son dirigidos solamente por el POR….
Insistimos, sin ninguna democracia obrera y sin trabajar en la perspectiva para incluir otros sectores que están en la lucha, todo esto culmina en una gran dosis de sectarismo.
Porque el hecho es que el POR jamás fue a buscar a otros sectores. Y no realizaron verdadera política revolucionaria ni dentro de estos sindicatos ni fuera de ellos que no vaya más allá de hacer puros planteos reivindicativos.
El balance que venimos haciendo se expresa en el triste hecho de como las bases del magisterio (un sindicato que dirigen de pies a cabeza hace muchos años) termina aceptando el mísero aumento del 1%.
Esto fue uno de los pilares de por que la huelga general no pudo ser triunfante; aunque por supuesto le echan la culpa a los de siempre: la COB, que claro que la tiene pero el POR no fue capaz de levantar realmente una politica alternativa: “desde nuestro punto de vista, la crisis de la COB es la crisis de la dirección, los dirigentes que han pasado y los de la actualidad han abandonado la política revolucionaria” (Masas 2202).
Por supuesto que las direcciones de la COB siempre fueron rastreras a los gobiernos de turno. Pero el problema es que el POR nunca tuvo una política frente a estas direcciones. Solamente se mantuvo diciendo es «culpa de las direcciones, nosotros no podemos hacer nada»…. Impidiendose de esta manera de formular una politica alternativa.
En otro de sus periódicos, dicen lo siguiente “La burocracia sindical se desnuda de cuerpo entero y revela que nunca ha querido asumir seriamente le necesidad de luchar para satisfacer las necesidades más elementales de quienes dicen representar” (Masas 2208).
Nos preguntamos: que fue haber negociado el 1 % con el gobierno? Porque, lamentablemente, el POR, junto con la COB, tuvieron la misma ubicacion en el conflicto, solo que uno tiene una central obrera y los otros cuidan sus propios sindicatos.
Esta ubicacion de mísero sindicalismo (sin proyectarse como alternativa ni levantar un pliego de reivindicaciones coherente y dirigido claramente al gobierno masista) es que se termina aceptando esa burla de aumento cuando, claramente, la situacion estaba para ir mas lejos, levantando una perspectiva diferente a la direccion de la COB y el propio gobierno reformista de Morales y Linera.
Lo que vemos en el POR es que se ha enquistado en una política meramente sindical a pesar de su «radicalizado» discurso que solo queda en las palabra y termina confundiendo a sus propias bases. Esto ocurre cuando en los momentos álgidos de la lucha de clases salen negociando por 10 centavos. A esto los compañeros del POR dicen lo siguiente: “Debe convertirse en una potencia política y organizativa inserta en el seno de los combatientes sociales, que los dirija a la toma del poder. De otro modo, la movilización puede agotarse en si misma o encumbrar a cualquier vivillo en salidas democrático/burguesas.”(Masas 2208)
Pero la realidad es que la huelga general en ningún momento estuvo «agotada» y esta es otra muy importante discusión con el POR; lo que si brillo en la ausencia es esa organización política que ellos tanto pregonan.
Conformar un instrumento político de los trabajadores. Hace falta una nueva organizacion socialista revolucionaria
La cuestion es que solamente un partido revolucionario desde los propios trabajadores, con democracia obrera, que salga a pelear políticamente ante los juegos de la burocracia sindical que nos acostumbran los partidos tradicionales, podra dar una alternativa de conjunto.
Solo así se podrá conformar una nueva clase de dirigentes que puedan aglutinar a lo más sano de la clase obrera.
Por la perspectiva del socialismo revolucionario, y no de un mero sindicalismo que se estanca en el tiempo y en las políticas, es que esta planteada la necesidad de construir una nueva organizacion socialista revolucionaria en el pais; parte de esta perspectiva, como paso tactico hacia ella, tambien podria ser la construccion de un IPT.