Por Martín Camacho
La Central Obrera Boliviana declaró días atrás la huelga general para presionar al gobierno por una jubilación al 100%. Desde el lunes 6 se fueron sumando sectores de trabajadores a este llamado.Una vez más la Ley de Pensiones trae conflictos. La lucha por modificar de esta ley para lograr una jubilación digna, puso al país en una movilización generalizada. Hoy día se van sumando más y más sectores. En cada rincón del país las marchas y los bloqueos de las carreteras hacen sentir a los trabajadores que pueden doblegar al gobierno, que se niega a dar una jubilación digna y que responde mintiendo con calumnias y amenazas.Desde el primer día, el gobierno declaro que la huelga era ilegal y que serian descontados a los trabajadores los días no presten servicios. Pero las amenazas y la represión no hicieron retroceder esta demanda por mejores condiciones de vida.Ante la intransigencia del gobierno de dar una jubilación acorde a las necesidades de vida de los trabajadores, la COB resolvió ir a una acción de lucha. Como siempre el MAS, el partido de gobierno, desoye a la población y cuando se siente presionado apela a las mentiras y calumnias.Una de ellas fue que los mineros pretendían cobrar 8.000 bolivianos. Así el gobierno trataba de sembrar descontento y división entre los propios trabajadores. Otra falsedad –ésta dicha por el vicepresidente García Linera– fue que los trabajadores pretendían que se les saque a los más pobres, para tener ellos tuvieran una jubilación al 100%.Como siempre la cuestión de la “inviabilidad” fue utilizada como argumento: habría que sacarle a los más pobres para dar una jubilación como pretenden los trabajadores. Nada más falso: mientras el gobierno festeja la gran bonanza de la economía, dice inmediatamente que no tiene presupuesto para aumentar un peso más:“Se ha hecho varios planteamientos en el Ministerio de Economía. No hay, no existe posibilidad de mejorar esta última propuesta [habla de una jubilación de 4.000 para los mineros, 3.200 para los demás trabajadores y una jubilación mínima de 1.400 bolivianos]. Es por lo tanto la última propuesta que ha generado el gobierno para los trabajadores y esperamos que esta sea comprendida en su real dimensión”. Éstas fueron las palabras de ministro de economía Luis Arce. Esto está muy por debajo del salario familiar, que ronda los 8.000 bolivianos.
La represión del gobierno
El MAS, desde la primera hora de bloqueo, salió a reprimir duramente, despejando las carreteras. Los trabajadores que manifestaban y hacían bloqueos fueron reprimidos en la Apacheta (salida de La Paz), Caihuasi, Caracollo (cruce de caminos entre Oruro y Cochabamba), Santa Cruz y Cochabamba, Tarija. En esos lugares los trabajadores habían instalado puntos de bloqueos, que fueron dispersados violentamente.A pesar de la represión, en algunos momentos estuvieron cerradas en un 90% las carreteras del país. Pero el garrote del gobierno la larga se hizo sentir y logró abrir la circulación en muchos puntos.Esta represión fue particularmente alentada por el sector de la nueva burguesía que se ocupa del trasporte de mercaderías por camiones.Hubo muchos heridos, varios de bala, lo que el gobierno trata de esconder como siempre. Los detenidos, sólo en Caihuasi sumaban 340.El gobierno ha entrado en una etapa de no negociar por cualquier cosa. Antes su política preferida era la vía por el desgaste mediante negociaciones, aunque después también recurría a los palos, que a veces derivaron represiones sangrientas. Pero hoy día la represión es el primer paso, y el garrote, los gases y hasta las balas son también las primeras herramientas que utiliza.Esto, en primera instancia, le da una salida o “solución” inmediata al gobierno. Pero también es un camino peligroso. Como se vio en estos días, la represión sumó a más trabajadores a la lucha. En suma, Evo Morales ha utilizado un arma de doble filo que le podría traer más desgaste.Más allá de todo eso, lo que se percibe es que el gobierno actúa cada vez más en función de los intereses de la burguesía (especialmente de los nuevos sectores que se alinean con él, como los transportistas) y no de los trabajadores.Su gran temor es que la reivindicación de la Ley de Pensiones vaya tomando fuerza entre los trabajadores del país. Y, efectivamente, empezó a repercutir porque es una de las reivindicaciones más sentidas.Probablemente, aunque comenzó reprimiendo, Evo llamo al dialogo después de los choques en Caihuasi, cuando se vio el poder que pueden llegar a tener los mineros cuando están en lucha. No obstante, por otro lado, el MAS a través de sus ministros denunciaba como un “golpe de estado” la movilización minera, pretendiendo procesar a esos trabajadores por tener dinamita.
Huanuni: otra vez marco la diferencia
Efectivamente, lo que terminó de modificar la situación de este conflicto fue la intervención de los mineros y especialmente de los de Huanuni. Con 5.000 trabajadores, la entrada en escena de los mineros de Huanuni desbalanceó el conflicto. Demostraron al gobierno y la población que siguen siendo la columna vertebral social y económica del país. Apenas pararon la producción y se movilizaron, el gobierno pidió a gritos la vuelta al trabajo y sentarse a dialogar.Se da por sentado que, sin la irrupción de los mineros, los demás sectores podrían haber estado semanas haciendo manifestaciones y paros. Pero cuando lo que se paraliza es uno de los principales sectores productivos, el gobierno comienza a sentirse tocado. El discurso del gobierno era que la continuidad de Huanuni podía estar en peligro si la huelga continuaba por las pérdidas que causaba.Asimismo, el MAS teme que el Partido de los Trabajadores, recientemente fundado por la COB, entre con fuerzas en esos sectores de la clase obrera minera. Evo Morales sabe muy bien el poder que puede tener la clase trabajadora si se organiza políticamente de manera independiente. Estaría en condiciones de desestabilizar al régimen institucional.El incidente que ocurrió en Caihuasi, con la explosión que termino deteriorando un puente, fue producto de la radicalidad con que los mineros enfrentaron la represión de la policía. Y esto alertó, tanto al gobierno como a las direcciones sindicales de la COB y los mineros, que en ciertas circunstancias las cosas pueden descontrolarse. Esto está enmarcado en el camino que están emprendiendo sectores del proletariado de Bolivia en el construir un Partido de los Trabajadores, rompiendo con el partido de gobierno y los burócratas afines a él.El jueves 9, la dirección de la COB había asistido al dialogo con el gobierno para tratar la modificación de la Ley de Pensiones que tanto se reclama. Sin llegar a una salida, esta negociación se suspendió para el viernes 10. Podría estar planteada una “mejora” en la ley para descomprimir la situación. Pero si esto no llega a concretarse, la situación en la semana podría estar más enfrentada y le podría ser más difícil al gobierno maniobrar una salida negociada.Además, el gobierno no quiere negociar la libertad de los detenidos en las represiones del miércoles. Y este es el punto principal que plantea la COB para empezar el dialogo.
Que los aportes salgan de las trasnacionales
Uno de los temas en discusión es de donde salen los aportes para la jubilación. El gobierno propone aportes de tres sectores: del estado, de la patronal, y del trabajador.Pero resulta que, en proporción, el trabajador es el que más aporta. Esto tiene que ser revertido. ¡Por ejemplo, que la plata salga de las grandes ganancias que se llevan las trasnacionales con el tema del gas! O de las no menos jugosas de las empresas mineras que exportan. De estas bolsas de riqueza tiene que salir la mayor parte de los aportes para las jubilaciones.Por supuesto el gobierno de Evo Morales se ha negado una y otra vez a tocar a los más ricos, entre otros motivos porque son su base hoy día para gobernar el país.
La dura lucha de instalar el Partido de los Trabajadores
Con este conflicto se evidencia la necesidad de tener una dirección política que acompañe las reivindicaciones que hoy día están planteadas. El PT tendría que ser parte activa de estas movilizaciones. La cuestión es que el partido todavía no esta instalado en la gente como un organismo que pueda codirigir las acciones a tomar junto con la COB.La intervención del PT en esta y otras luchas, podría contribuir a modificar la visión equivocada que muchos tienen. A saber, que los partidos se organizan para participar en elecciones. ¡Hay que romper con este esquema nefasto! ¡Y la mejor manera es que el PT se incorpore a las luchas obreras! Es desde este lugar que se puede presionar a la burocracia a tomar partido por un organismo de lucha y con independencia de clase. En esa perspectiva, esa lucha hoy se expresa en tres consignas:
¡Libertad a todos los detenidos!
¡Por el 100% de jubilación!
¡Masificar las movilizaciones hasta hacer retroceder al gobierno!