“El Encuentro tiene que ser plural, tiene que cobijar una gran cantidad de representaciones nacionales” (Carlos Romero, Ministro de la Presidencia).
Ante el negativo escenario político en que terminaba el año, el gobierno del MAS lanza una contraofensiva denominada “Cumbre Social”. Se trata del denominado “Primer Encuentro Plurinacional para Fortalecer el Cambio”. Se trata de un encuentro de organizaciones afines al MAS, que fue realizado en la ciudad de Cochabamba los días 12, 13 y 14 de diciembre y tendrá continuidad en enero del 2012. Tuvo la función de darle algún respaldo a un gobierno que venía debilitado por los conflictos que trascurrieron en todo este año.Solamente prestar atención a los que asistieron a esta supuesta “cumbre social” (mejor llamada “cumbre masista”), da cuenta de su verdadera naturaleza y de las intenciones que tiene el gobierno para tratar de rearticular las relaciones con los movimientos sociales.La cuestión es que esta relación sigue estando tensa y no hay vías de recomposición. En su limitado formato, se trató de una cumbre dónde no asistieron las dos entidades indígenas más importantes de Bolivia: la CIDOB y la CONAMQ, lo que no dejó de representar un quiebre significativo en las filas del MAS.Esto sin mencionar que la COB tampoco asistió. Esta decisión la tomó después de dos días de asamblea donde se debatieron temas pendientes como la reactivación productiva y la agenda de Octubre. De este encuentro salió un rotundo rechazó a la cumbre propiciada por el MAS.Volviendo a la pretendida “cumbre social”, digamos que desde hace tiempo el gobierno viene sintiendo la presión creciente de los movimientos sociales. Movimientos que, varios de ellos, han terminan rompiendo con el oficialismo. Esta fue una de las cuestiones a resolver en dicho encuentro: cómo recomponer la relación con los movimientos que estaban distanciados con el partido de gobierno.La cuestión es que esto terminó evidenciando que las rupturas son más profundas de lo que el MAS pensaba. La no asistencia de los indígenas a la cumbre, reveló concretamente que la misma fue de puros masistas.
Una cumbre de masistas y empresarios
El hecho es que los que si asistieron fueron los empresarios, desnudando también el carácter de conciliación de clases o de “pacto social” que la misma busca tener: “el sector empresarial tiene una representación muy significativa en la Cumbre” dijo el Ministro de Gobierno Romero.Estos sectores empresariales son la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), también estuvieron presentes delegados de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco), como así la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), y, por último, la Confederación Agropecuaria nacional (Confeagro); es decir, lo más notable de la burguesía de Bolivia que hoy respalda al gobierno del MAS que le promete la “seguridad jurídica” de sus propiedades.En esto se pueden observar las intenciones del gobierno. La alianza con el empresariado nos revela el carácter explotador del mismo. Es por esto que está tan molesto de no poder, “por ahora” y “solo por ahora”, construir la carretera que seria una vía de comunicación para sacar las exportaciones que generan los productores del oriente. Esto más allá que también los intereses de Brasil vienen a presionar al país para que esta carretera se construya “por las buenas o por las malas”. Lo que pasa es que al gobierno no le quedan muchas salidas al no tener las bases sociales que contaba en los primeros años de gestión.
Demagogia masista para reencaminar el “proceso de cambio”
Acá es donde mueren las palabras. El gobierno usó a los movimientos sociales e indígenas con fraseología demagógica y ahora se les dieron vuelta y no tiene mucho margen para recomponer la situación.Para colmo, el vicepresidente García Linera, como siempre mete más leña al fuego diciendo lo siguiente «Se reunirán (la CIDOB) en su legitimo derecho, para ratificar la alianza entre la extrema derecha, los gobernadores de Beni y Pando, con algunos dirigentes en Santa Cruz; tienen derecho a hacerlo, pero es importante que la población sepa que esos encuentros no son casuales, ni circunstanciales. Hay una vieja práctica de articulación entre esos sectores con miras a cálculos políticos electorales; por eso no estoy muy sorprendido». Y luego agrega: «Han hecho una alianza entre peones y patrones en contra del MAS. Ahí hubo una primera fisura y en agosto y septiembre es la continuación de una estrategia, en la que los de la CIDOB y los aliados han optado por andar juntos con la extrema derecha»…Estas afirmaciones de Linera tienen por objetivo desprestigiar a los movimientos sociales que se independizan del gobierno.
Muestran como el gobierno “sangra por la herida” ante la imposibilidad de marcha atrás luego de la represión llevada adelante en Yacumo.García Linera termina diciendo “¿Qué ha llevado a los compañeros indígenas maltratados a aliarse con los que los escupían, pegaban, azotaban y sacaban a patadas de las plazas?, ¿Por qué están aliados con ellos?, no tengo idea”.Nos preguntamos nosotros: ¿acaso el vicepresidente no tiene memoria de cómo los difamaban mientras marchaban en defensa del TIPNIS? ¿Y de la represión ordenada por el gobierno? La realidad es que nadie en el oficialismo les pidió perdón sinceramente por esto.Estas acusaciones son producto de la molestia que viene teniendo el gobierno porque si bien no son sectores de mucha población, si son importantes en una visión simbólica: por lo que representan. Que un gobierno que se dice “originario” realice una Cumbre Plurinacional a dónde no asisten ni los indígenas del oriente ni del occidente la verdad que no deja de ser un elemento de crisis.
El tema de la subvención de las gasolinas también fue central en la susodicha cumbre. En este terreno es obvio que también busca pasar a una contraofensiva, más allá que se la enmascare tramposamente: «El presidente, cuando se refería al tema, decía que la resolución de este problema se lo transfería al pueblo, a los movimiento sociales, para que decidan qué, cómo y cuándo hacer la resolución de este tema. Si en este diálogo se toca el tema y se define en esos niveles, nosotros vamos a acatar lo que el pueblo decida, está en manos de las organizaciones sociales, del pueblo la decisión (de levantar la subvención) y el Gobierno lo va acatar» (Luis Arce, Ministro de Economía). Es decir, esta tramposa “cumbre social” alcanzaría para que el gobierno “sienta” que ya tiene la legitimidad suficiente para avanzar en una espinosa cuestión que fue rechazada por el pueblo en las calles. La base material del problema es que la cantidad de millones que se van por año en este rubro ([1]), hace esperar que en los próximos años esto se convierta realmente en insostenible para un gobierno que no invirtió un boliviano en el aparato productivo del país: cada vez se exporta menos y se importa mayor cantidad de productos.De ahí que no sea casual que se haya discutido la redistribución del dinero del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (así otros ítems como la creación de un Consejo para controlar el contenido de los medios de comunicación). La mesa de Hidrocarburos estaba destinada a discutir si se sigue subvencionando los hidrocarburos como se lo está haciendo hasta ahora.La Cumbre tuvo diez mesas que trabajaron sobre ejes como “desarrollo económico”, “seguridad y soberanía alimentaria”, “territorio”, “empleo y salario”, “lucha contra la corrupción” y “política internacional”. Pero, en definitiva, ni el propio gobierno sabe cómo resolver estos inconvenientes. La cantidad de proyectos de ley que salieron después de tres días de la Cumbre (51), anuncian un año muy conflictivo.
Dos conflictos que recorrerán el año
El gobierno trató de encontrar consenso en dos grandes temas: primero, el tema de la subvención a las gasolinas y, el otro, el de la construcción de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos.A estos dos grandes temas se les suma el querer cambiar la Ley de Imprenta (la búsqueda de homogeneizar la información a favor del gobierno el MAS) y otros, aunque no sabe bien como estas propuestas tendrán carácter legal. Se habla de que algunas se llevaran a referéndum y otras por consenso simple.Hay todavía otro aspecto más a destacar de la autodenominada “cumbre social”.Una de las premisas de la misma es que el gobierno pretende imponer el cierre de la agenda de octubre, creando una “nueva agenda” mediante la cual el gobierno busca sacarse de encima los “fantasmas” del 2003 (las mentiras sobre la nacionalización de los hidrocarburos van a tener que ser pagadas en algún momento).Una de ellas es la derogación del 21060, algo que sería muy progresivo si fuera cierto, o si se canalizaría realmente con medidas contra el capitalismo. Pero no hay que esperar eso de un gobierno timoratamente reformista como el del MAS. Ahora el gobierno habla de que pondrá en pié un “equipo multisectorial” para “sugerir las modificaciones, derogaciones, abrogaciones y redacciones de las ocho leyes que se requieren para enterrar el 21060”.Esas normas legales serían las siguientes: Ley de Minería, Ley Forestal, Ley General del Trabajo, Ley de Bancos, Ley de Inversiones, Ley de Electricidad, Ley de Exportaciones y Ley Ambiental.En definitiva, el MAS organizó esta cumbre para querer convencer a la población que “había sellado una etapa” y que de ahora en más “se abren nuevas perspectivas”. Pero esto es totalmente irreal y deja a la Cumbre sin la asistencia de varios actores sociales fundamentales, lo que no deja de significar que el operativo “Cumbre Social” esta lejos de tener éxito.
La agenda de Octubre sigue en pie
Pero la gran mayoría de los trabajadores sigue defendiendo la agenda de Octubre del 2003. Ante esto la COB convocó a un Encuentro Nacional con gran participación de las entidades adheridas. El resultado de la deliberación de los días 5 y 6 de diciembre fue un rotundo rechazo a la cumbre masista y como documento se presentó uno redactado por la Federación de Mineros. Se reflejó la importancia que tiene ser totalmente independiente al gobierno de turno. Por otro lado, también se definió que la agenda de Octubre no esta saldada.Lo primordial que se rescata de este encuentro, es que fue antesala del próximo XV Congreso de la Central Obrera Boliviana (en la ciudad de Tarija el día 16 de Enero). En este Congreso se discutiría, por fin, la construcción de un Instrumento Político de los Trabajadores. Finalmente, los indígenas del Oriente y el Occidente tampoco asistieron a la cumbre llamada por el gobierno. Convocaron a una cumbre paralela en la ciudad de Santa Cruz dónde sacaron importantes resoluciones: “La posición de la Conamaq, que aglutina a 16 naciones y pueblos indígenas, es no permitir el incremento de los combustibles porque la subvención favorece al transporte de indígenas. Debe levantarse la subvención a los agroindustriales y las transnacionales. Respecto a la Cumbre Social, seguro van a convocar a asociaciones afines al Gobierno” (Rafael Quispe).En todo caso, la emergencia de organizaciones sociales del peso de la COB, la CIDOB y la CONOMAQ en la oposición al gobierno, están mostrando como madura el desborde por izquierda y las posibilidades de vertebrar una oposición política de los explotados y oprimidos al mismo.
Hay condiciones para poner en pie un Instrumento Político de los Trabajadores
Como hemos visto en este artículo, el 2011 fue transcendental para desenmascarar -ante amplios sectores- la trampa reformista de este gobierno. En las condiciones del agravamiento de la crisis mundial, el 2012 se reanudara con más conflictos.Lo nuevo y específico es que el MAS comienza a pagar por la izquierda su carácter de gobierno en definitiva defensor del capitalismo.Por primera vez en su gestión, la oposición social al mismo parece adquirir un carácter más “orgánico”: que varias organizaciones de masas comiencen a cuestionarlo por izquierda no es un elemento menor.El Congreso de la COB tendrá un desafío que no ha logrado cumplir hasta ahora: la puesta en pié de un Instrumento Político de los Trabajadores que se juegue a capitalizar el desprestigio del MAS evitando que el mismo sea explotado por la oposición patronal. Para esto hoy hay más condiciones (y presiones) que años atrás.Un IPT que no podrá ser solamente el resultado de un acuerdo por la cúpula (de ser así, solo llevaría a un nuevo fracaso), sino darse organismos de funcionamiento por la base. Socialismo o Barbarie Bolivia, que hace años viene planteando esta necesidad, se jugará entero en el caso que el Congreso vote darse este instrumento, así como en el apoyo a las medidas de lucha que en él se puedan votar.Lo anterior en la perspectiva de superar la experiencia reformista del MAS en la vía de una Bolivia socialista, obrera, campesina, originaria y popular que acabe con la miseria del raquítico capitalismo boliviano.
[1] . El Estado boliviano pagará este año 2011 663 millones de dólares por la subvención a los hidrocarburos y al próximo año proyecta una erogación de 755 millones de dólares.