Todo lo que pasa y lo que pueda pasar es culpa del gobierno
El conflicto de la mina Colquiri se sabía que seguiría trayendo conflictos. La acción del gobierno dándoles preferencia a los cooperativistas era de esperar que se vuelva a entrar en un punto sin retorno. Como venimos viendo desde hace tiempo, el gobierno les dio a las cooperativas mineras todo los que ellas querían por tan solo tenerlos como aliados. Hoy la cuestión que esta alianza es más frágil de lo que se imaginaban muchos.Pero veamos dónde se iniciaron estos conflictos. Luego de los enfrentamientos con saldo de varios heridos en el mes de junio, el gobierno decidió, por un lado, nacionalizar parcialmente Colquiri (o sea, el gobierno término sacándole la concesión a Glencore Sinchi Hayra) y pasándola a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol)[1]. Y, por el otro lado, dejó para los cooperativista 26 de febrero que trabajaban en este distrito, dándole la veta Rosario con el decreto 1337. La cuestión que se incluyó sectores como el taller de mantenimiento y al rampa de acceso a la veta San Antonio, en el cual los trabajadores de la Comibol realizan las operaciones.La disputa entre asalariados y cooperativistas es por obtener todo el yacimiento. La diferencia es que los asalariados le dan al estado muchísimos más ingresos y, con esto, a la población, mientras que los cooperativistas solo aportan mínimamente.
La política del gobierno a favor de las cooperativas
Como venimos viendo, el gobierno tomó como aliados no a los trabajadores sino a los pequeños productores (cuenta propistas, pequeños productores y cocaleros), y dónde entran las cooperativas entra (que no son otra cosa que empresas privadas que explotan a otros trabajadores) la propiedad privada. Más allá de esto, la política de avasallamiento viene aconteciendo desde varios años atrás. Desde el conflicto en Huanuni (allá en octubre de 2006), una serie de otros avasallamientos de parte de los cooperativistas acontecieron, casi siempre con heridos de por medio y la pérdida de fuentes de trabajo y contaminación. Mientras que sucede esto, el gobierno mira para otro lado y premia a las cooperativas con maquinarias e infraestructura.La cuestión que hoy el gobierno hizo de aprendiz de brujo; hoy día no sabe como solucionar la cuestión. Les ha dado tanto poder a las cooperativas que no podrá mediar fácilmente en este conflicto. Se habla, como mínimo, de unos 100 mil cooperativistas en todo el país. Esta política del gobierno no es casual: las “cooperativas”, por su estatus, dejan solamente el 1% de regalías[2]: lo demás va para los bolsillos de los accionistas.La cuestión es que el gobierno siempre se negó a nacionalizar; solo lo realizó por fuerza mayor: o sea, cuando las cosas ya no tienen salida. Pero hoy el gobierno se ve en una encrucijada por la movilización que están realizando las cooperativas, el cercamiento a la ciudad de La Paz hace difícil un entendimiento en este conflicto. Por supuesto que los dos sectores no pueden convivir en el mismo lugar de trabajo; esto se da por la dinámica de las cooperativas de extraer el mineral sin planificación alguna, invadiendo otros sectores y mejor si ya está el trabajo realizado por otras personas.Entonces la disyuntiva es o nacionaliza completamente o modifica el decreto y militariza la región, cosa que a la larga seguirá el mismo problema. La cuestión que ninguna de las partes va a ceder a la dilatación que quiere el gobierno.
El conflicto no puede durar eternamente
Hoy la vía de dilatar las cosas al gobierno no le conviene. Los acontecimientos llegaron a un punto bastante álgido: el conflicto se puede desembocar en una cuestión nacional de muy difícil salida. Como siempre se dice en Bolivia, falta alguien que encienda la mecha para que todo el país explote. Esto puede ser un detonante para infinidades de conflictos que están por acontecer. En este conflicto el MAS está teniendo toda la precaución de no alterar las cosas pero tampoco hace mucho para tratar de solucionar el conflicto. Es uno de los puntos donde el Estado queda con las manos atadas sin saber mucho que hacer. A contraposición de los que dicen que estaríamos entrando en “una intentona más represiva de parte del gobierno” acá se demuestra que el gobierno no tiene la potestad de solucionar los conflictos por la fuerza. Está a la merced de lo que pueda acontecer, no tiene condiciones ni la fuerza para una medida represiva.
Pérdida de votos en un sector importante para el MAS
Todo queda en función de que el MAS podría perder al sector cooperativista si no cumple con las demandas. Esto sería una pérdida de votos en las próximas elecciones y desencadenar una ola de conflictos mucho mayores. También la cuestión que es ir en contra del proyecto que tiene el partido de gobierno. Como decimos la elección de nacionalizar es la última opción que quiere el gobierno. La cuestión que toda la población está pidiendo esto: que se nacionalice como se prometió. Hoy día el descontento de la población con los cooperativistas se hace sentir.
Nacionalización del 100 % del yacimiento de Colquiri
La única salida es la nacionalización completa del yacimiento y que todos los cooperativistas pasen a trabajar en la empresa del Estado. La Central Obrera Boliviana tiene que llamar a la movilización junto con la Federación de Mineros para frenar la movida de los cooperativistas. Lo que se vio que esto es solo de palabra y no de hechos por que varios de los dirigentes esta comprometidos con el gobierno como lo venimos viendo. Esto tiene que terminar las alianzas y salir a las calles en solidaridad con los trabajadores mineros de Colquiri. Todos los sectores de trabajadores tienen que pronunciarse en favor de la nacionalización de la minería no solo en Colquiri sino en toda la minería que todavía está en manos privadas.
Que la COB llame a paro movilizadoNacionalización 100 % de Colquiri y de toda la minería privada
[1] El presidente de la Comibol, Héctor Córdova, indicó que la ventaja de la nacionalización de los centros mineros es que el Estado pasa a tener el control de la producción. “Nosotros producimos, nosotros vendemos, tenemos un control sobre el costo de producción y los volúmenes, eso hace que los beneficios para el Estado sean mayores”, .(Erbol digital)
[2] El sector minero cooperativizado bajo el argumento que cumplen una función social “están exentos de pagar impuestos y sólo aportan con regalías que son absorbidas por los gobierno regionales, no llega nada al Tesoro (General de la Nación)”, afirmó el Ministro de Minería Mario Virreira, en anteriores declaraciones a Erbol