El resultado de las últimas elecciones a gobernadores y alcaldes sorprendieron a más de uno. El hecho fue que el MAS de Morales y Lineras no se alzó con el triunfo esperado. Hay algunos aspectos que explican este cambio del electorado de una forma tan repentina. No olvidemos que a menos de 4 meses de la elección presidencial (el Movimiento al Socialismo sacó el 64 % de los votos) hoy día llegó raspando al 50 % como un total del país.
Obviamente, este análisis no se puede hacer perdiendo de vista que las elecciones presidenciales siempre se “polarizan” más. En una elección para elegir otro tipo de autoridades los paramentos siempre tienden a “dispersarse” más. Sin embargo, esto no puede tapar el hecho que el gobierno masista habría salido de la reelección con un aire muy triunfalista, con una idea de construcción “hegemónica” y esa tendencia, en esta elección, no se verificó.
Si se toma solamente la anterior elección se pierden ciertas apreciaciones, como que la gente piensa más en lo concreto, en lo que le conviene a su ciudad o al barrio. Entonces el voto se dispersó. Pero hay un hecho trascendental: el partido de gobierno se imaginaba que la cosa seria diferente: que la visión de decir “vota al MAS” por que lo dijo Evo Morales no se termino dando a cabalidad especialmente en las ciudades.
Otro elemento a rescatar, es que en el ámbito departamental sigue habiendo el gran peso del partido de gobierno. No obstante, es de tener en cuenta que en algunas poblaciones el voto en blanco llegó a rondar el 10 %. La razón de esto es la forma de elegir a los candidatos: fueron impuestos a dedo y con mucha publicidad, esto evidentemente, causó rechazo en la propia base masista. Muchos hicieron el voto “cruzado”: para gobernador se votó al MAS y para alcalde el voto fue para otro lado. Por eso la insistencia de Evo Morales en los actos de campaña diciendo de “no votar cruzado”… Esta visión paternalista -como se lo veía al presidente en la campaña electoral- no tuvo los logros que se pretendían. Repetimos: la hegemonía que se vio especialmente después de las elecciones de diciembre no término de plasmarse en algo concreto.
El MAS no logró desbancar a la derecha
Los medios de comunicación salieron a decir lo “importante” de esta elección. También lo que demostró la gente, poner las cosas más equilibradas. Se escuchaba algún rumor sobre cuanto poder empezaba a tener el Movimiento al Socialismo. Entonces eran las elecciones pertinentes para poner la balanza más a tono. ¿La gente tiene confianza en el gobierno nacional? Si, pero tampoco le entrego una hoja en blanco. Y eso el gobierno no fue capas de entenderlo de antemano.
Entonces tenemos las gobernaciones (donde el voto incluye a la población campesina donde el MAS siempre tuvo la mayoría absoluta) del occidente -incluido Cochabamba- siguen siendo del MAS. Y como algo que estaba previsto, Pando seria el eslabón más débil y por donde el MAS pudo romper el cerco de la Media Luna (su ex prefecto golpista Leopoldo Fernández fue el que organizó la matanza campesina en septiembre del 2008, algo evidentemente indefendible…). No obstante ello, los demás departamentos, o sea, Santa Cruz, Beni y Tarija, siguen siendo de la oposición re-legitimando a los anteriores prefectos.
Además, es importante destacar que los departamentos con mayor riqueza -o sea por las regalías del petróleo- siguen estando en manos de prefectos o gobernadores de la derecha… En esta región, el MAS se alió con quien sea para sacar un voto más: desde ex Podemistas (partido derechista heredero de Hugo Banzer Suárez). O incluso miembros de la Unión Juvenil Cruzeñista (lo que muestra el universal carácter clientelar de la política patronal). En este sentido, la frase no queda chica: “la revolución la hacemos en el occidente, en el oriente podemos hacer cualquier cosa”(Le Monde Diplomatique de Abril).
La emergencia de una centro-izquierda no masista
La diferencia entre el voto rural y urbano siempre se reflejó en las elecciones anteriores. El MAS siempre tuvo su mayoría en los sectores campesinos y mucho menos influencia en las ciudades. Por esto el MAS había hecho la alianza con el Movimiento sin Miedo (MSM) de Juan del Granado. Como el gobierno tenía seguro la carta del triunfo en las ciudades, descartó la alianza que lo había apoyado en el último periodo. Esto fue un grave error: que para el gobierno haya surgido una oposición de centro-izquierda incomoda mucho más que los viejos partidos derechistas.
Es así como el MAS pierde dos ciudades importante: La Paz donde el nuevo alcalde es Luís Revilla y Oruro con Rocío Pimentel. Esto a manos del MSN. Un MSN que no va al enfrentamiento directo con el gobierno. Nunca este partido se presentó como que estaba en contra del “proceso de cambio”… Como siempre este partido había tenido el visto bueno de la clase media por ser más moderado en su discurso y hoy lo demuestra. Pero que ahora haya logrado una votación independiente -por así decirlo- no deja de ser un problema para Morales.
En este contexto, las alcaldías de importancia que logra conseguir el MAS son las de Cochabamba y la del El Alto ( pero con muy bajo porcentaje de votos, sin lograr la mayoría en el Consejo Municipal, con un candidato impuesto por el Ejecutivo). El descontento de la gente en esta ciudad es por la candidatura de Edagar Patana, perteneciente a una nueva elite burocrática sindical lo que le va terminar sacando un importante respaldo en esta ciudad. Y, por último, obtuvo también Cobija.
El “ningunéo” a las organizaciones sociales
Otra de las causas del retroceso electoral masista fue la actitud que tuvo el gobierno frente a la elección de los candidatos por parte de las organizaciones sociales. Cuando estas elegían a un candidato el gobierno venia y decía “no, acá decido yo”… Y es lo que pasó claramente en Achacachi, la tierra de los ponchos rojos: dejaron al MAS en tercer lugar para la alcaldía!
Y como estos hay un sinnúmero de ejemplos donde el MAS desoyó la voz de los movimientos sociales. Entonces el gobierno veía una realidad distinta a la que se planteó después del domingo pasado…
La conciliación se va a hacer en los territorios
Con esta elección se termina de constituir el supuesto “Estado plurinacional”(faltarían las elecciones para elegir el poder judicial en diciembre de este año) con sus autonomías y sus representantes territoriales. Pero el gobierno tendrá que salir a conciliar el reparto de las riquezas en los departamentos y también en los municipios.
No es lo que esperaban. Tal vez ahora el discurso del supuesto “socialismo” se aplace un poco. Lo que es seguro es que el gobierno sigue teniendo la fuerza política en el país,
Pero los sueños de hegemonía quedaron algo mancillados y esto podría abrir algún espacio para la emergencia de experiencias independientes. A esto apostamos desde Socialismo o Barbarie Bolivia.